Después de celebrar la final hasta bastante tarde nos levantamos un poco mas tarde que de costumb
re pero sin dejar de madrugar. Nada mas levantarnos fuimos automáticamente a compra varias Gazzetas dello sport y el Pais, que lo encontramos en un kiosko de la estación de trenes. Y partimos en dirección a Pisa, ya que este día lo íbamos a dedicar a viajar por la Toscana. Al llegar a Pisa el sol abrasaba, literalmente, era completamente infernal así que vimos lo básico, hicimos las fotos de rigor, casi me carbonizo el culo con una barandilla y volvimos a la estación de tren para coger el siguiente a Siena y que nos diese tiempo a comer allí. Al llegar la cosa mejoro bastante, la ciudad era considerablemente mas bonita aunque nos costo encontrar el autobús que nos llevaría al centro histórico. El sol seguia abrasando así que buscamos un sitio para coger algo de comida y una sombra para sobrevivir a aquello. En pleno callejón medieval encontramos un lugar de pizzas súper chulo donde comimos por 1,35€ cada uno... Y los trozos eran grandes!! Me encanto xD fuimos hasta la plaza del Palazzo, súper bonita y completamente en cuesta xD. Después de comer no pusimos a callejear y a pasear viendo la ciudad en general mas que buscando monumentos concretos con lo que Siena me gustó aún más. Terminamos en la escalinata del baptisterio que da a la catedral y al campanile así que nos asomamos a verla. Una de las cosas que mas nos gusto de Siena es que mantiene los barrios que la dividían en la edad media y los puedes diferenciar porque segun en que parte estés, en las esquinas de los edificios cuelga un pendón con un blasón distinto. Después de Siena la idea era ir a San Giminiano pero se iba desde un bus bastante largo que salía de la misma Siena y no sabíamos si llegaríamos a tiempo para coger el ultimo tren de vuelta a Florencia así que nos toco volver antes de lo pensado :'( Aun así llegamos medio de noche a Florencia así que aprovechamos para dar un paseo por la ciudad y acercarnos a la Piazza de la Republica a ver el tiovivo del siglo XV. De aquí a la camita que al día siguiente tocaba madrugar.
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