Nos levantamos mas tarde de lo planeado porque la paliza del día anterior fue importante. Empleamos el día basicamente en dos cosas. La primera Catedral Santa Maria dei Fiore, Baptisteio y Campanile de Giotto y la segunda entrar a la Academia a ver al David. Lo primero a lo que fuimos por la mañana fue a la Academia y nos encontramos con los gaditanos, nos dijeron que si queríamos nos colaban peeeero aun así quedaban unas dos horas de cola y ellos llevaban esperando ya otro par de ellas así que decidimos ir al duomo y probar más tarde. Así que al duomo que fuimos. Empezamos esperando la cola de la catedral (si, este día fuimos de cola en cola...xD). Durante toda la espera estuvimos buscando algún sitio para comprar una camiseta o un pañuelo para Rach que al ir en tirantes no iba a poder pasar. Había unas chinas que vendían unos trapos más feos que el beso de Judas por cinco eurazos, suerte que la animadersion que sentimos hacia la mayoría de las cosas que venden por la calle nos salvo porque al entrar a la catedral, sin haber comprado nada, a Rach la pusieron un babero gigantesco mooooonisimo que la cubría cualquier cosa que pudiese provocar a un cura... A los niños no los tapaban... La catedral es increíble, tan tan cargada de mármoles y detalles por fuera y súper austera por dentro. Bajamos a la entrada de la excavación arquelógica pero no pasamos, suerte porque era una sala de tres metros cuadrados donde veías tres piedras, literalmente y te soplaban 3€. Salimos de aquí para subir a la cúpula. Putada, al salir la cola era el triple que al entrar en el duomo. Superamos la cola después de un rato relativamente corto y a subir, y vamos que si subimos. 463 putos escalones, putos todos ellos... Pero mereció la pena muchísimo, no solo por las vistas, desde las que se ve toda Florencia y el Campanile entero sino por poder ver los frescos de la cúpula de cerca. INCREÍBLES. Después de miles de fotos volvimos abajo por el mismo camino. Era curioso cuando nos cruzábamos con gente en la escalera, imposible de pasar había que ir buscando recovecos por las paredes para dejar pasar o que te dejasen. Fuimos al Baptisterio a intentar ver las puertas con detenimiento pero era imposible por la cantidad inmensa de turistas que habia así que lo dejamos para la noche. Así que a la Academia, segundo asalto. Al llegar la cola llegaba solo a donde estaba por la mañana los gaditanos así que decidimos intentar entrar antes de que cerrasen. Como la cola fue a la sombra y nos acabábamos de empapar en una fuente, el primer rato no estuvimos mal. Después de la primera hora de espera fui a comprar agua fría porque en las fuentes sale para cocer huevos. Por fin entramos, el David pues como todos sabemos, muchas manos, poco pito y tal pero merece la pena. Es gigantesco, mas de lo que esperaba. Cuando salimos de aquí era casi de noche así que nos fuimos a dar un paseo y empezamos a buscar un McDonald por todo Florencia, cuando al fin encontramos uno volvimos a la piazza del duomo para poder ver las puertas con tranquilidad. Solo por esto merece la pena ir a Florencia... Y de aquí al hotel y a sobar!!!
Bueno por hoy os dejamos que mañana vamos al Vaticano y nos toca un madrugón importante para no esperar cuarenta millones de horas para los museos vaticanos. Besazos!!!!!
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